domingo, 6 de abril de 2014

Notas para la preparación del examen de teatro comparado

2º BACHILLERATO INTERNACIONAL

FECHA DE COMPOSICIÓN O PUBLICACIÓN
·         La vida es sueño, Pedro Calderón de la Barca Probablemente  redactó la obra entre 1634 y noviembre de 1635. Dos ediciones de 1636: A) Primera parte de las comedias de don Pedro Calderón de la Barca, recogidas por Don Joseph Calderón de la Barca, su hermano. Se conservan cuatro ejemplares (Munich, Biblioteca Vaticana, Biblioteca de la Sorbona, Biblioteca Nacional de París). B) Parte treinta de comedias famosas de varios autores, Zaragoza, 1636.
·         El sí de las niñas (1806), Leandro Fernández de Moratín. Editada en 1805. Representada el 24 de enero de 1806, en el Teatro de la Cruz, de Madrid.
·         Luces de bohemia, Ramón del Valle-Inclán. Editada en 1920 en el semanario España. En libro aparece en 1924, con la adición de tres escenas, II, VI, XI. Representada en París en 1963, en España en 1969.
·         La Fundación, Antonio Buero Vallejo. Concebida en el verano de 1972 y estrenada en el Teatro Fígaro, de Madrid, en 1974, con premios como el Leopoldo Cano, Mayte, El Espectador o Foro teatral. Recuperada en 1999 por el Centro Dramático Nacional.

MOVIMIENTOS EN QUE SE INTEGRAN
[Inexcusablemente debe introducirse en el ejercicio, todo junto al principio, o, para no cansar, cuando se hable por primera vez de cada obra]
a.La vida es sueño: Barroco (siglo XVII). Drama que se integra en la tendencia iniciada por Lope de Vega en su Arte nuevo de hacer comedias, que supone una ruptura con las normas clásicas. Rasgos barrocos: 1. División en tres jornadas. 2. Doble acción. 3. No unidad de lugar. 4. No unidad de tiempo. 5 Mezcla de lo trágico con lo cómico. 6. Polimetría. 7. Extraordinaria complejidad temática. 8. Subordinación de todos los temas a uno principal, la vida como sueño. 9. El tema contrarreformista del libre albedrío contra la predestinación. 10. Decoro poético (adecuación del lenguaje a cada personaje) 11. Presencia del gracioso. 12. El estilo: fusión de culteranismo y conceptismo. 13. La enseñanza moral, el didactismo. 14. Gusto por la intriga, por mantener en vilo el interés del espectador mediante lo sorprendente. 15. El dinamismo interno y externo. 16. Lo desmesurado, lo hiperbólico de las pasiones y problemas de los personajes. 17. Gusto por los contrarios: Segismundo (hombre/fiera); Rosaura (mujer/varón); Basilio (rey/científico). El más evidente de todos es seguramente libertad/ predestinación; el más repetido en la obra, vida/muerte.

b)El sí de las niñas: Neoclasicismo e Ilustración (siglo XVIII), admiración por lo grecolatino y triunfo de la razón, de las Luces. No obstante, los sentimientos que muestra el viejo don Diego en su renuncia al casamiento, aunque contenidos, son ya muestra del contemporáneo Prerromanticismo (movimiento estético que aparece a finales del XVIII y principios del XIX).
c)Luces de Bohemia: Expresionismo; género del esperpento inventado por Valle: deformación caricaturesca de la realidad resultado de una visión horripilante y ridícula, pero no exenta de piedad, de la España contemporánea. No obstante, en las acotaciones, se mezclan el Expresionismo, el Impresionismo y el Modernismo (procedentes de la primera etapa de la producción del autor), en las transmisiones sensoriales y en ciertos recursos de estilo. También en los diálogos cultos hay influjos del Modernismo.
d)La Fundación. Plenitud del Realismo simbólico, coetáneo en Europa y América. Une Buero influencias de pensamientos y estéticas tan relevantes para el siglo XX como las de Ibsen, Unamuno, Pirandello y Brecht.

DISEÑO Y GÉNERO DE LAS OBRAS
[Muy posiblemente esto no se pregunte, o no con este enunciado, pero debe introducirse siempre de modo sutil en el ejercicio, donde pueda resultar conveniente, abreviando incluso, si hiciera falta- a la mitad de las líneas lo  que aquí se indica para cada obra. Téngase en cuenta que cualquier cosa que en estos apuntes se diga, sea cual sea  el enunciado bajo el que se haya puesto, es susceptible de usarse para contestar otro distinto cuando al alumno le parezca pertinente: es decir, se pueden e incluso se deben pasar las ideas de un lado a otro. Lo realmente importante es adecuarse a la pregunta que propongan, ordenar bien la exposición, redactar lo mejor posible y no salirse por la tangente ni disparatar]
a)La vida es sueño: 1.División en tres jornadas (correspondientes a presentación, nudo y desenlace) La división en escenas fue hecha por Hartzenbusch en el siglo XIX y se corresponde con cambios debidos a entradas y salidas de personajes. 2. Doble acción (Segismundo y la libertad, el origen del poder…/ Rosaura y la recuperación del honor…. 3. No unidad de lugar (torre/palacio, campo de batalla). 4. No unidad de tiempo. 5.  Mezcla de lo trágico con lo cómico (que relaja las tensiones y sucede a momentos de hondo calado filosófico o relaja la tensión que producen los momentos climáticos). 6. Polimetría. 7. Extraordinaria complejidad temática. 8. Subordinación de todos los temas a uno principal, la vida como sueño. 9. El tema contrarreformista del libre albedrío contra la predestinación. 10. Decoro poético (adecuación del lenguaje a cada personaje) 11. Presencia del gracioso. 12. El estilo: fusión de culteranismo y conceptismo. 13. La enseñanza moral, el didactismo. En cuanto al género es un drama filosófico en que se trata temas trascendentes (libertad/ predestinación; el origen del poder, la educación del príncipe..., junto a otros como el amor y el honor, propios del teatro barroco del XVII)
b) El sí de las niñas: tres actos (divididos en escenas a la manera clásica, correspondientes a planteamiento o exposición, nudo y desenlace). Sin embargo, ya en el Acto I se inicia el nudo, y las explicaciones de don Carlos al final, en el Acto III, contienen elementos de la exposición; ni siquiera en una obra tan atenta a las tres reglas cada parte se mantiene en su acto correspondiente. En cuanto al género, se trata de una comedia de costumbres neoclásica, y, por tanto, con abundante carga de crítica social y con la evidente intención didáctica de aleccionar, además de entretener al público (prodesse et delectare). El afán docente unido al de divertir dan como consecuencia que no existan diferencias profundas entre los movimientos climáticos y anticlimáticos, es decir, entre momentos de tensión y relajación, siempre suaves en este género, la única comedia que estudiamos. Moratín usa algunos apartes y monólogos breves, que suele situar al principio de actos o escenas. Las demás obras son tragedias o dramas. Algunas de ellas presentan ráfagas de comicidad para aliviar la tensión que producen los clímax (La vida es sueño) o para incrementar el sentido de caricatura y desproporción (Luces de Bohemia).
c)Luces de Bohemia: quince escenas yuxtapuestas, y a veces simultáneas (Max en la cárcel, los modernistas intercediendo por él), no concebidas a la manera clásica (según entradas y salidas de personajes), sino al modo de unidades semánticas shakesperianas (Unidades de sentido autónomas en las que se fragmenta la obra: recuérdese que el teatro isabelino no dividía en actos ni escenas, pero Valle, admirador de Shakespeare, da este nombre a las unidades de significación propia en que segmenta la obra). No hay planteamiento ni nudo, y, aunque forzosamente se piensa como desenlace en la muerte de Max, debe tenerse en cuenta que las tres escenas epilogales continúan más allá. La última, en especial, con don Latino (la parte ruin de Max Estrella, su alter ego) y varios personajes madrileños en la taberna de Pica Lagartos, acaba por hacer de Luces de Bohemia una obra abierta a posibilidades de continuación, de revisión de lo dolorosamente grotesco de su tiempo, con lo que el autor, de admitirse tal sugerencia, sumaría esta al resto de sus innovaciones. El género de Luces de bohemia es la tragedia esperpéntica, o, simplemente el esperpento, inventado por el escritor gallego, que también compuso novela y poesía esperpéntica.
d) La Fundación: Subtitulada Fábula en dos partes, cada una de las cuales se divide a su vez en dos cuadros. El término fábula, de resonancias morales y carácter aleccionador, se asocia también a historia inventada, por oposición a historia real. Con ellos Buero quiere resaltar su carácter simbólico y atemporal, evitando la identificación con la situación española del momento.  No se hace división en escenas. La organización de la trama tradicional de presentación/nudo/desenlace es sustituida por una avance gradual hacia la consciencia del protagonista Tomás. Cada parte presenta pequeños clímax para mantener el interés (enfrentamiento Tulio/Tomás, el descubrimiento del muerto) El género es la tragedia moderna, como en Ibsen, con el tratamiento de problemas contemporáneos al autor y numerosos elementos simbólicos, como sucede en el teatro de Buero. Este dramaturgo pretende con su teatro inquietar (no facilita soluciones) y curar por medio de la superación personal (a los personajes de la tragedia) y la superación colectiva (con la catarsis) a los espectadores. A ello se llega después de la exposición de aspiraciones y limitaciones humanas, con personajes discapacitados (la locura de Tomás), que paradójicamente pueden servir para darnos una visión más lúcida de la realidad, y los recursos de inmersión con los que hace participar al público de sus taras (la enajenación mental, que afecta a Tomás, pero también a los espectadores, que vemos lo mismo que este ve). Los momentos climáticos se acentúan en el último cuadro por la recuperación de la cordura de Tomás,  por el descubrimiento del delator, la muerte de Asel, la ejecución de Tulio…

ACTITUD ANTE LAS UNIDADES CLÁSICAS
a)      La vida es sueño: ruptura con la regla de las tres unidades. En cuanto a la unidad de lugar, se pasa de la torre al palacio. De este Segismundo vuelve a la torre tras el fracaso de la prueba planteada por el rey Basilio. Segismundo es rescatado de la torre por el pueblo, sigue el enfrentamiento en el campo de batalla y el final se desarrolla en el palacio. Se rompe con la unidad de tiempo y la acción se desarrolla así: jornadas I y II transcurren en dos días; en la jornada III  pasan unos días en que Segismundo está preso de nuevo. La batalla final y la última escena tienen lugar en un día. No obstante, los hechos abarcan mayor amplitud temporal, porque se hacen referencias a hechos del pasado de los personajes. Como en cualquier obra teatral, hay que observar el tiempo no narrado, el tiempo implícito, es decir, los hechos que se dan por ocurridos entre actos y escenas y que no es necesario detallar para la comprensión completa de la comedia. En cuanto a la unidad de acción, hay dos acciones: acción principal, protagonizada por Segismundo, y acción secundaria, en que se plantea el problema de la recuperación del honor de Rosaura.
b) El sí de las niñas: respeto absoluto a las reglas de lugar, tiempo y acción, como corresponde a una obra neoclásica. Se siguen las preceptivas o Poéticas del francés Boileau y del español Ignacio Luzán (en este orden). Reglas menores: evitar los apartes, dar al lenguaje claridad frente a los alambicamientos barrocos y no usar estrofas artificiosas, Distinguir entre tragedia y comedia, principio de economía dramática: nada de elementos superfluos ni de excesos.
b)      Luces de Bohemia: se rompe la unidad de tiempo con la escena última (XV), no hay unidad de lugar, pues se cambian los espacios en cada escena, aunque algunos, como la taberna de Pica Lagartos, se repitan. Puede hablarse de unidad de acción, si nos atenemos al hilo narrativo, que supone el nocturno periplo madrileño de Max y de don Latino, y a su predominio como protagonistas, pero son tantos los personajes y las situaciones que esta unidad de acción queda, si no rota, sí diluida.

d) La Fundación. Se rompe con la unidad de tiempo, porque entre lo sucedido entre la primera y la segunda parte hay una elipsis de tres días. La primera parte presente un primer cuadro que comienza por la mañana y termina cuando sirven el rancho. El segundo cuadro continúa esa misma tarde, cuando faltan cuatro horas para la cena. El tercer cuadro se desarrolla tres días después, cuando están cenando y cae la noche. El cuarto cuadro presenta hecho que han pasado posteriormente, cuando han pasado pocos días, quizá uno solo. Toda la obra comprende un lapso de cuatro días o pocos más.  Se rompe con la unidad de acción, pues Buero nos presenta una acción principal, el proceso de recuperación de la cordura de Tomás y las reacciones de sus compañeros condenados a muerte como él, y una acción soterrada, más perceptible en la segunda parte, que es el plan de fuga, y que podría conducirles a la libertad. La unidad de lugar se mantiene- una celda de una cárcel-, aunque el espacio escénico es especialmente complejo en esta obra, pues lo que vemos los espectadores se va transformando progresivamente a medida que Tomás se recupera y acepta su dura realidad- que está en la cárcel- En relación con esto se plantea un problema más complejo: todos estamos en la cárcel, porque todos recurrimos a Fundaciones para sobrevivir.

ELEMENTOS DE LA ESTRUCTURA
a) EL TRATAMIENTO DEL ESPACIO
a) La vida es sueño:
TORRE

JORNADA I
ESCENAS 1 A 4
PALACIO
ESCENAS 5 A 8
PALACIO

JORNADA II
ESCENAS 1 A 16
TORRE
ESCENAS 17 A 29
TORRE


JORNADA III
ESCENAS 1 A 4
PALACIO
ESCENAS 5 A 11
BATALLA
ESCENAS 12 Y 13
BATALLA-PALACIO
ESCENA 14
 
 La interpretación más aceptada hoy acentúa el contraste entre los dos principales escenarios de la acción: la torre es el lugar de la pasión y el palacio, el de la razón. No todo resulta, sin embargo, tan sencillo, pues si así fuera, Segismundo se comportaría como fiera en la torre y como hombre en palacio. El príncipe está pintado según la dualidad escolástica natura/ars: en la torre es una naturaleza en estado primitivo, sin la educación apropiada para un príncipe. En su primera estancia en palacio es pura naturaleza, pura pasión, desconoce el protocolo, las convenciones palaciegas, abusa de su poder y no atiende a los dictados de la razón. Será desde que le lleven de nuevo a la torre cuando empiece a reflexionar (monólogo del Acto II). En fin, toda la obra, vinculada a los espacios simbólicos en que se desarrolla, es una lucha entre pasión/razón, violencia/prudencia, naturaleza/arte o estado natural/ educación. Comienza con el predominio de la primera y termina con el triunfo de la segunda (contraste barroco).
b) El sí de las niñas: toda la obra se desarrolla en un corredor-distribuidor de habitaciones en una posada de Alcalá de Henares. Se mencionan otros espacios: el convento de monjas que acaba de abandonar doña Francisca, la academia militar de Zaragoza, de donde viene el teniente don Carlos (don Félix es el nombre falso que le ha dado doña Francisca); Madrid, la ciudad  a la que se encaminan; Guadalajara, ciudad próxima…, pero todo ocurre en el corredor. Para los neoclásicos el cambio de lugar era causa de inverosimilitud, pues tampoco se movían del suyo los espectadores. Sin embargo, igualmente increíble y artificial resulta que toda una obra suceda en un mismo sitio, que siempre las cuestiones trascendentes y los parlamentos se produzcan allí, que don Carlos coincida en alojarse en la misma posada… No obstante, esa era la preceptiva neoclásica y había que acatarla.
c) Luces de Bohemia. El aborrecimiento que Valle sintió por el teatro realista (Max [a Dorio de Gadex]: “No me aburras con Ibsen!, escena IV) lo llevó al Expresionismo y lo convirtió en un dramaturgo por entonces insólito a causa de sus audaces innovaciones, por lo que su teatro pareció irrepresentable. Luces de Bohemia, que, como se dice al comienzo, se desarrolla en un “Madrid absurdo, brillante y hambriento”, es una obra itinerante en la que se alterna espacios exteriores e interiores, que cambian en cada escena. I: interior de la casa de Max, en la calle Bastardillos, invitación al suicidio; II: interior de la cueva del librero Zaratustra (en una acotación se alude al paso por la calle del obrero catalán detenido); III: interior de la taberna de Pica Lagartos; IV: detención de Max en la calle de la Buñolería Modernista; V: interior del Ministerio de Gobernación; VI: el calabozo, encuentro con el obrero catalán; VII: interior, la redacción del periódico El Popular; VIII: interior, secretaría del Ministro; IX: interior, el Café Colón; X: exterior, prostitutas callejeras junto a las tapias del Jardín Botánico; XI: exterior: una calle del Madrid de los Austrias: madre con el niño muerto, tableteo de fusilamiento del obrero catalán, nueva invitación al suicidio (Max [a don Latino]:”Llévame al Viaducto. Te invito a regenerarte con un vuelo”.); XII: exterior, calle Bastardillos- circularidad espacial en el periplo nocturno de Max y su otro yo vil, don Latino-, donde vive Max, empieza a amanecer (“el reloj de la iglesia da cinco campanadas”), definición de esperpento y muerte del protagonista; XIII: interior de la casa de Max, velatorio; XIV: exterior, el cementerio; XV: interior, la taberna de Pica Lagartos. La noche madrileña, con el descenso a los infiernos de Max. Está representando esperpénticamente la bohemia, formada por escritores y artistas que despreciaban todo lo burgués, que vivían como “intelectuales sin dos pesetas”, conservaban su orgullo de personas cultas y morían de hambre, de rabia y de frío. No hay invención en esto último: solo caricaturización.
d) La Fundación: El espacio, aunque varía su configuración a lo largo de la obra, es siempre el mismo, por lo que podemos hablar de unidad de lugar. Pasa de ser la habitación confortable de una Fundación a la celda de una cárcel. Podríamos decir que el escenario está situado en la mente de Tomás o al menos que lo vemos a través de sus ojos, y es un elemento de importancia trascendental en el desarrollo de la historia, ya que el proceso mental que se produce en el personaje al ir acercándose a la realidad se refleja en la transformación paulatina del escenario. Así, los sillones se transformarán en petates, las librerías en paredes desnudas, etc. Como todo el teatro de Buero, La Fundación, sin ser una obra simbólica recurre al símbolo como recurso estético y significativo fundamental. Sin salirse del ámbito de lo real los objetos, espacios y personajes tienen un significado superior al de la mera realidad que reflejan. La Fundación representa la realidad falseada, deformada y embellecida por la mente enferma de Tomás para evadirse de la verdad. A medida que transcurre el drama descubrimos que la fundación es una cárcel. Se sugiere de forma pesimista que la vida, en el fondo, es una prisión.

A)     EL TRATAMIENTO DEL TIEMPO.
a) La vida es sueño: La obra no se atiene a la unidad de tiempo, que habían propugnado los preceptistas del XVI y que había roto Lope de Vega. Cronológicamente, la acción se desarrolla así: JORNADAS I Y II: dos días; JORNADA III: unos días en que Segismundo está preso de nuevo. La batalla final y la última escena tienen lugar en un día.
   No obstante, los hechos abarcan mayor amplitud temporal. Basilio ha consultado a los astros antes del nacimiento de Segismundo. Rosaura es fruto de un desliz juvenil de Clotaldo y, ya adulta, viene a recuperar el honor que perdió antes de que, despeñándose, aparezca en escena. Segismundo está encerrado desde niño en la torre: todo esto ocurre previamente, en años anteriores a la acción de la comedia misma. Por otra parte, como en cualquier obra teatral, hay que observar el tiempo no narrado, el tiempo implícito, es decir, los hechos que se dan por ocurridos entre actos y escenas y que no es necesario detallar para la comprensión completa de la comedia.
b) El sí  de las niñas: el tiempo de la trama o del discurso dura en esta comedia costumbrista neoclásica diez horas, desde las siete de la tarde a las cinco de la mañana. Los más rígidos preceptistas aristotélicos, cuyas reglas se retomaron en el siglo XVIII), que  en el siglo XVI reinterpretaron al filósofo griego, mostrándose mucho más estrictos que él y atribuyéndole restricciones dramáticas que nunca había enunciado, propugnaban que la obra teatral debía representar el mismo tiempo que la obra durase (entre dos y tres horas)<, otros, de intermedia austeridad, señalaban doce horas como el tiempo máximo para los fingidos acontecimientos ( aquí hay que situar El sí de las niñas); y otros, en fin, seguían lo que Aristóteles (s. IV a. C) en su Poética había meramente sugerido, pero no tratado de imponer: era aconsejable que el tiempo en la obra teatral no sobrepasase el de una evolución del sol (según sus creencias era el sol el que giraba alrededor de la tierra), es decir, veinticuatro horas. Hay en El sí…alusiones temporales que van más allá de las diez horas de la trama (que empieza in medias res), pero, como se sabe, si bien sirven para efectuar alargamientos que aportan datos necesarios, no afectan al tiempo interior o de la trama, es decir, a la estructura, sino que son huellas del tiempo exterior, de la historia o argumento. Por supuesto, para reducir  diez horas (tiempo de la ficción, tiempo representado o dramático) al tiempo de la representación comercial (entre dos y tres), Moratín tiene que recurrir a elipsis y resúmenes. El desarrollo de la cronología es lineal y las analepsis necesarias para conocer el tiempo anterior al inicio de la trama se hacen de un modo tradicional a través de lo que se dice en los diálogos ( las alusiones irónicas a los antepasados de doña Francisca, los encuentros entre esta y don Carlos mientras estaba en el convento…). Es importante atender en esta obra a los efectos  de luz/oscuridad en relación con el avance del tiempo: atardecer, anochecer, noche, amanecer, utilización de utilería de velas y faroles…Estos efectos tienen también un valor simbólico, relacionando lo oscuro con la confusión, el engaño, la ocultación, la mentira, y lo claro con el triunfo de la verdad, de la razón de la lógica, de las Luces, de la Ilustración en definitiva). Simbólica es también la jaula del tordo, cárcel para el pájaro sin libertad, en situación similar a la de doña Paquita.
c) Luces de bohemia: El tiempo interior o de la trama se desarrolla en primavera (“El perfume primaveral de las lilas embalsama la humedad de la noche”, escena X). Se atiene a la unida temporal si se considera la salida de Max y don Latino a la caída del crepúsculo hasta el amanecer del día siguiente, y si se suman el velatorio (XIII) y el entierro (XIV), la tarde del mismo día. La escena XV es la que alarga temporalmente el tiempo más allá de las veinticuatro horas. En la escena XIII, separada de la XII por una fuerte elipsis, se ve que el velatorio se produce la tarde en que Max había amanecido muerto, en contra de la costumbre de velar cadáveres una noche entera antes de inhumarlos ( DORIO:” A las cuatro viene la funeraria”. La escena XIV presenta a los sepultureros (parodia de los de Hamlet), Rubén y Bradomín en el cementerio, tras el entierro, la misma tarde. La escena XV tiene lugar en la taberna de Pica lagartos la misma noche del entierro. Vistas así las cosas, el tiempo sobrepasa en muy poco las veinticuatro horas, pero existe una fuerte concentración en las escenas epilogales, por lo que concierne a Max, amigos y familia, y es similar a los acontecimientos y personajes que se aluden en la obra sin afectar su estructura, aunque alargando sus alcances cronológicos (se condensan especialmente en los años de 1906 a 1920, lo que no impide referencias al Desastre del 98). De hecho, entre las escenas XII y XV, el tiempo abarca desde la muerte de Max a las cinco de la mañana hasta una hora indeterminada de la noche. Pero debe notarse la rapidez con que todo transcurre: Basilio Soulinake viene la misma tarde de la muerte alertado por el periódico (rapidez mediática suma), el entierro (elíptico entre XIII y XIV), y en la taberna de Pica Lagartos (XV), la noche del entierro dice don Latino:” ¡Hoy hemos enterrado al primer poeta de España!, y la Pacona, vendedora de periódicos, trae ya El Heraldo con la noticia del suicidio de Madama Collet y Claudinita. (Extrema concentración temporal, casi imposible). Incluso don Latino se ha apresurado a cobrar el 5775, el billete de lotería que arrebató a Max, ya muerto, y que ha tenido que salir premiado esa misma mañana.  Esto tenía sin cuidado a Valle, siempre enfrentado al Realismo y aquí cultivador de un Expresionismo de gestos, muecas y apresuramientos sin límite, cercanos a los del cine mudo de la época. La unidad de tiempo se sobrepasa, pues, en pocas horas, pero resulta difícil de encajar en la lógica a partir de la escena XII. Hay que observar también simultaneísmo entre las escenas de Max en el calabozo, a los modernistas intercediendo por él en el periódico El Popular y de nuevo Max con el Ministro. Luces es la única obra del programa que no comienza in medias res, a pesar de ser este un modo característico de iniciar tragedias.
   Existen anacronismos que hacen aparecer vivos personajes  que ya no lo están (Rubén Darío había muerto en 1916).
d) La Fundación:   La obra fue escrita en los primeros años setenta, al final de la Dictadura de Franco. Sin embargo, los hechos no hacen ninguna alusión concreta a este momento histórico. La obra no sucede en un tiempo concreto. Por lo que se refiere al tiempo del discurso, no hay indicaciones totalmente precisas, pero cada uno de los cuatro cuadros transcurre con fluidez y el drama total se desarrolla en pocos días. Los cuatro cuadros en que se divide transcurren, sin saltos cronológicos internos En la primera parte, el primer cuadro tiene lugar una mañana poco antes de comer. El cuadro segundo transcurre esa misma tarde. En la segunda parte, el tercer cuadro se desarrolla tres días después, cuando los presos acaban de cenar. En el último cuadro han pasado pocos días, quizá uno sólo. Toda la obra comprende, pues, cuatro días o poco más, tiempo mínimo imprescindible para poder explicar el proceso mental que experimenta Tomás. La acción comienza in medias res. Después conocemos unos hechos que serán importantes para entender la historia y, a medida que el protagonista va aproximándose a la realidad, se suministran al espectador los datos referentes al tiempo pasado y que explican la situación presente: la delación de Tomás, la condena a muerte, el pasado de Asel…

B)     LA ACCIÓN
[Esta cuestión pudiera entremezclarse con las de espacio y tiempo, lo mismo que cualquiera de estas se puede entremezclar con la acción. Es muy difícil hablar de espacio, tiempo y acción sin relacionarlos. Si preguntan una sola de las unidades, en el examen ha de quedar bien destacada esta, y las alusiones a las demás se harán de manera auxiliar]

a) La vida es sueño: La doble acción. Por lo general, Calderón prefiere la unidad de acción, aunque en este caso no la utilice. Acción principal: Segismundo, encerrado por el padre en una torre/ acción secundaria, protagonizada por Rosaura, que trata de recuperar su honor perdido. La acción principal genera una serie de temas: la vida como sueño: conflicto de Segismundo (aparece desde el acto II); la fuerza del albedrío frente al hado: conflicto de Basilio; la educación del príncipe: tema político: conflicto Basilio-Segismundo; el vencimiento de sí mismo: conflicto de Segismundo. También la acción secundaria genera sus temas. Desde el punto de vista dramático una historia se va haciendo inseparable de la otra por medio de su sucesiva interrelación. Los temas fundamentales de la acción secundaria son el honor y el amor. El honor: Rosaura llega a Polonia para recuperarlo. Sabe que Clotaldo debe la vida a Astolfo y puede no vengarla  y recurre a Segismundo. El amor: Triángulo amoroso: Astrea, Astolfo, Estrella (tópico). Final: Pareja Rosaura-Astolfo. Pareja Segismundo-Rosaura. Renuncia al amor en beneficio del honor.
b) El sí de las niñas: Se respeta la unidad de acción, por influencia neoclásica. Explicación del planteamiento, nudo y desenlace (hay parte de exposición en el último acto, cuando don Carlos cuenta su relación con doña Paquita), con sucesivos clímax y anticlímax. No es bueno que se cuente todo lo que pasa: hay que seleccionar en cada acto los momentos más importantes. [Los correctores del BI penalizan al alumno si se les refieren demasiados detalles del argumento]. El sí de las niñas es unas comedias, frente a las otras obras que son tragedias, por lo que incluye momentos de distensión y comicidad y un mundo social de criados que incluye situaciones hilarantes, aparte de doña Irene, personaje cómico por excelencia. El sí… empieza in medias res, ya se han prometido doña Francisca y don Diego, ya se habían jurado amor don Carlos y Doña Francisca.

c) Luces de bohemia (pp. 197-198 de las fotocopias): Valle es expresionista y antirrealista y no compone su teatro según los principios tripartitos de la acción clásica. Hay un Preludio en casa de Max (I), un cuerpo central (II-VI y VII-XI) constituido por la peregrinación de Max y don Latino a través de los infiernos de la bohemia nocturna madrileña ( influencia de La Divina Comedia, de Dante), un final de peregrinación, con la muerte de Max (XII) escena climática con la definición del esperpento como explicación de todo lo grotesco e irremediable que ya se ha visto) y un epílogo (XIII, XIV y XV). En el cuerpo central están las tres escenas añadidas en la edición de 1924; en ellas aparece siempre Mateo, el “hombre maniatado”, en la escena II; en la VI está en la cárcel adonde también llevan a Max y donde ambos dialogan; en la XI se le vislumbra en una acotación que da cuenta del ruido del fusilamiento. Al anarquista fusilado por no haber querido ir a la guerra se le aplica la ley de fugas, que él  mismo había pronosticado en la escena VI (“Conozco la suerte que me espera. Cuatro tiros por intento de fuga”). [De ahí  que Valle no incluyera estas escenas en la publicación del semanario y las reservase para el libro]. La parte central de esta tragedia tiene sus clímax en las escenas VI y XI, la cárcel y la reacción de Max ante la muerte del niño y el fusilamiento del preso. El alumno debe saber lo que ocurre en cada escena y recomponer la trama de la obra. Sería conveniente señalar que, a pesar de la muerte de Max, la obra queda abierta, pues ni el Madrid canalla, ni el bohemio, ni el barriobajero, que tienen tanto protagonismo como el propio Max, han desaparecido con él, y la serie de despropósitos y muecas sociales, culturales y de todo tipo, que Valle denuncia, continúan. Una buena prueba es la escena XV, el epílogo en la taberna de Pica Lagartos.

d) La Fundación: Inicio de la acción in medias res. Este tipo de comienzo, ya usado por los clásicos, permite ahondar en el pasado y someterlo a indagación: alguien ha causado víctimas con sus actos erróneos y debe pagar por ello. La expiación de la culpa es una norma de la tragedia clásica y no puede dejar de cumplirse, pues ello afectaría a la propia esencia del género, al cumplimiento de la justicia trágica y a su ejemplaridad, que impulsa la catarsis en los espectadores, sobrecogidos por el terror de lo visto y la piedad que les inspiran los personajes. La acción presenta el progresivo desmoronamiento del mundo inventado por Tomás. Final abierto, porque se vuelve a iluminar el escenario y a transformarse como estaba al comienzo, por la entrada de nuevos residentes. Un doble significado: político y literal (meditación sobre la libertad y la esclavitud, sobre la opresión que los regímenes totalitarios ejercen sobre los individuos que no se pliegan a sus estrictos códigos de comportamiento. de muerte. Simbólico y permanente (en una línea existencial podemos considerar que la vida es también una cárcel sórdida e interminable). La acción no incluye muchas peripecias, porque es un drama de situación límite: progresivo desmoronamiento del mundo inventado por Tomás y su sustitución por el real. Clímax: el hallazgo del cadáver por los carceleros y la salida de Tulio para la ejecución. Existe otra acción soterrada, que sólo aflora mediante alusiones. Es el plan de fuga de Asel, que no se revela hasta el último cuadro. Los instantes de mayor intensidad dramática se producen en el último cuadro.

C)     LOS PERSONAJES
  [ Probablemente no preguntarán los personajes en conjunto, sino funciones de algunos de ellos: masculinos o femeninos, jóvenes o viejos, protagonistas o antagonistas, víctimas o verdugos, principales o secundarios, figurantes…Aparte de las características que cada uno recuerde acerca de cómo son, cómo se relacionan con los demás y cuál es su papel o función en la obra, y aparte de calificarlos SIEMPRE de redondos o planos según la existencia o no de evolución psicológica, debe indicarse la gran diferencia entre los personajes de la comedia
(El…) y la tragedia (las demás), debido a los propósitos diferentes, a las características diversas y a los finales distintos.
Otro elemento que debe introducirse, aunque sea sutilmente, siempre es el número diferente de personajes dramáticos: siete en El sí…: Don Diego (contradictorio, busca que doña Paquita sea libre y sincera, pero ejerce una dura autoridad con su sobrino), doña Irene, doña Francisca, Rita, Simón, Calamocha).

a) La vida es sueño.
SEGISMUNDO. Desde el comienzo de la obra se nos informa de que es un compuesto de “hombre y fiera”. BASILIO: distraído  por su afición a la astrología, descuida los deberes propios de un monarca, lo que, ante los espectadores del XVII le convierte en un rey/ científico, figura tan contradictoria como la de Rosaura,  mujer/varón; o la de Segismundo, hombre/fiera. CLOTALDO: de gran importancia dentro de la estructura de la obra, pues es el gozne entre la intriga principal y la secundaria, al ser el padre de Rosaura. CLARÍN: su papel es simplemente gracioso. Poco a poco su figura se vuelve más compleja, hasta el punto de que, a través de él, Calderón nos transmite ciertas enseñanzas. ASTOLFO confía en su poder y sus méritos para eludir su compromiso. Por ambición quiere casarse con Estrella y dejar a Rosaura agraviada. ROSAURA Y CLOTALDO están movidos por sentimientos elevados (Clotaldo, la lealtad; Rosaura, el honor) que sostienen la intriga secundaria. ESTRELLA es un personaje comodín, de escasa relevancia, pero necesario como escollo entre Rosaura y Astolfo y como esposa de Segismundo al final.
b) El sí de las niñas. Sólo siete personajes, agrupados por clase social, cuatro señores y tres criados. Los señores se pueden agrupar por edad en dos mayores (don Diego y doña Irene) y dos jóvenes (don Carlos y doña Paquita). También los criados se pueden clasificar en jóvenes (Rita y Calamocha) y Simón, de mayor edad. Cada uno tiene su tono y estilo característico, dado por su edad, sexo y clase social. Don Diego es el más importante, porque representa a los Ilustrados. Es un hombre realista, razonable, que comprende la vida. También contradictorio: comprende el sentido de la educación, pero es autoritario con su sobrino. Él mismo se define como ingenuo, pero sincero. Su error es un conflicto entre teoría y práctica. Carlos es valeroso, militar de alto grado, enamorado y comprometido con paquita, con respeto a su tío, que huye por apego a la tradición y a las normas. Doña Irene es habladora y componedora; para los criados, gruñona y zalamera, presumida, egoísta y de poca personalidad. El espectador la siente como ridícula y antipática. Los criados son de carácter tradicional. Actúan de confidentes.

c) Luces de bohemia. En Luces de Bohemia aparecen más de cincuenta. Por la importancia del Madrid bohemio y la gran cantidad de personajes, tiende al protagonismo colectivo, lo que supone una extraordinaria innovación en el teatro y un motivo más de los que impidieron la representación en su época, pues un amplio número de actores supone siempre una enorme carga económica. Luces…, aparte de ser una tragedia antiheroica, parece propugnar  la desaparición del héroe trágico, subsumido por la masa humana que lo rodea. Sus personajes pueden agruparse así ( si se dejan a un lado los simplemente aludidos, que son muchísimos-políticos, personajes históricos, académicos, escritores, artistas, toreros,…- y se enumeran los que tiene papel)): los dirigentes (el ministro de Gobernación y su secretario, Dieguito; don Filiberto, redactor jefe de El popular; el capitán de los équites municipales, pitito; el inspector de policía, Serafín el Bonito); los escritores bohemios (Max, don Latino, don Gay Peregrino, Dorio de Gadex y los epígonos modernistas- Rafael de los Vélez, Gálvez, Pérez, Lucio Vérez, Mínguez, Clarinito-, Rubén Darío, el marqués de Bradomín…);  la familia de Max (Madama Collet y Claudinita); los pequeños funcionarios ( el Sereno, los Guardias, el calador, el carcelero, el Conserje, el Ujier, los Sepultureros…); los pequeños empresarios (Zaratustra, Venancio  el pica lagartos, el Empeñista, el Tabernero…); el pueblo bajo ( la chica de la portera, el preso catalán, Enriqueta la Pisa Bien y su novio Manolo, el Rey de Portugal; la Vieja Pintada y la Lunares; la periodista Pacona, el Pollo del Pay Pay, las porteras, la Seña Flora, la Madre del Niño Muerto… Recuérdese que para algunos nombres, personajes, diálogos y situaciones Valle se inspira en el teatro paródico de la época, en la tragedia grotesca de Arniches y en el género chico, elevándolo a alturas estéticas inigualables; también algunos personajes provienen de seres reales: Max y don Latino, del escritor Alejandro Sawa; Mme. Collet (lengua con galicismos) y Claudinita, de su familia; Basilio Soulinake, del emigrado ruso Ernesto Bark; Dorio y todos los modernistas conservan su nombre verdadero; don Gay se inspira en Ciro Bayo, célebre viajero; Rubén Darío y el Marqués de Bradomín ( la encarnación de Valle en las cuatro novelas modernistas, las Sonatas; el preso catalán, que dice llamarse Mateo, recuerda a Mateo Morral, anarquista que en 1906 había tirado una bomba al paso del cortejo nupcial de Alfonso XIII; los personajes animales. Pero hay más, pues Luces…  es un esperpento y, en consecuencia, los caracteres en su mayor parte están esperpentizados (no lo está Max, siempre equiparado a una escultura griega, ni el preso catalán ni la Madre del niño). Están esperpentizados mediante diferentes métodos: la animalización (don Latino es un perro y sirve de lazarillo a Max, pero es vil y cobarde; Rubén es un cerdo triste; cosificación (muchos personajes aparecen convertidos en las ropas que visten): obreros- blusa, bufanda y alpargatas-, pipas, chalinas y melenas del modernismo; muñequización: la abundancia de fantoches y peleles, junto con la gesticulación apropiada, procedente de la influencia del cine mudo. Algunos andan entre la muñequización, la cosificación y la animalización (Dorio, feo burlesco y chepudo, abre los brazos, que son como alones sin pluma en el claro lunero. También hay personajes animales: ratón, gato, loro… Lo esperpéntico también procede de la lengua utilizada por cada uno, pues, frente a la solemnidad de la antigua tragedia clásica y la elegancia y la selección del lenguaje de la tragedia en general, en Luces se carga de madrileñismos suburbiales, gitanismos, apócopes, aumentativos. Se combina o bajo con lo elevado (Yo también chanelo el sermo vulgaris), o de pronto, se deja de hablar en cínico y en golfo, para hablar en libro, es decir, una forma tan culta que sorprende, o bien se usan frases de autores de obras anteriores (Mal Polonio recibe a un extranjero, de Calderón…) llevando la intertextualidad al esperpento. Hay que destacar la especial belleza y lo insólito de las acotaciones de la obra, en cuya representación no confió Valle, por lo que las colmó de valores estilísticos en los que se mezclan la selección, la adjetivación y la musicalidad modernistas con la sensorialidad impresionista y el desgarro, caricatura del esperpento.

d) La Fundación. Los personajes principales de la obra son cinco claramente individualizados ya que viven las distintas situaciones de manera muy personal. Constituyen una red de conductas diferentes y diversas pero complementarias entre sí, representan distintas zonas del subconsciente de cada individuo que van aflorando en situaciones límite. Tomás, que tiene aficiones de escritor, y en él recae todo el peso de la acción y el problema de desdoblamiento de la personalidad. Sin embargo, Asel es un personaje tan bien trazado que a veces llega a eclipsar al propio protagonista. Representa la fuerza de la ideología. Es un ingeniero, aunque Tomas lo cree médico. Indirectamente sabemos que era un destacado dirigente de la organización clandestina. De él parten los hilos que impulsan la acción dramática: la curación de Tomás y el proyecto de fuga de todos ellos. Max viene a ser el contrapunto de Asel, ya que representa la corrupción, la indignidad y la ruptura de unos ideales. Es un tenedor de libros, aunque Tomás cree que es un matemático. Lino, un tornero, que en la mente de Tomas aparece como ingeniero, es el personaje menos comprometido, aunque representa la decisión mata a Max y ello puede ser la salvación de los que quedan y por tanto una ventana a la esperanza. Tulio es un fotógrafo que conserva su oficio en la mente de Tomás. Representa la intransigencia pero también la ensoñación. Un personaje atípico es Berta, ya que sólo es fruto de las alucinaciones de Tomás. Algunos creen que se trata de un desdoblamiento del propio Tomas y de ahí que lleve la misma insignia C-72.

EL ESTILO

A) La vida  es sueño. Escrita en el estilo culto de Calderón, no tan intensificado como aparecerá en las comedias mitológicas y autos sacramentales de su madurez y vejez. Uso del verso, con predominio del arte menor. Une el culteranismo y el conceptismo, como culminación del arte barroco y como muestra del mismo origen de ambas tendencias- el gusto por el retorcimiento, la complejidad, lo hiperbólico-. Culteranismo muy atenuado con respecto al de Góngora. El estilo de Segismundo en sus requiebros a Estrella o a Rosaura que reproduce las maneras galantes de la corte, en las que no ha sido educado, el discreteo amoroso de Astolfo a Estrella: lenguaje muy alambicado y  recursos retóricos intensificados. Gusto por la argumentación o razonamiento de tipo filosófico. Los personajes actúan después de haber sopesado los pros y los contras de su manera de obrar. Importancia de los  famosísimos monólogos de Segismundo, de Clotaldo… Los diálogos suelen fluir con bastante naturalidad, sobre todo cuando existe intimidad entre los hablantes, algunos muy vivos y violentos, dada la furia de Segismundo; en otros, las intervenciones de los personajes se hacen larguísimas porque expone un argumento. Versos de rotunda sonoridad (ritmo musical) Es muy importante destacar en Calderón la rigurosa expresión simétrica, jerárquica y correlativa a la que ajusta los esquemas de sus obras y los parlamentos de los personajes.
b) El sí de las niñas. Es una comedia costumbrista y, como tal, debe reflejar el habla de su tiempo con autenticidad. Su intención de dar verosimilitud a los textos lo lleva a utilizar expresiones cotidianas y familiares, frases en sentido figurado, ironías finísimas, sentencias… Rehúye las metáforas complicadas, los apóstrofes demasiado enfáticos, no abusa de los epítetos y mantiene el decoro, es decir, hace dialogar a cada personajes del modo que lo haría cualquier personaje de su clase social en vivo (Vale también para Buero, pero no para Valle). Mimetiza en sus criaturas inventadas el modo de hablar de los madrileños de su tiempo, embelleciéndolo, sin caer nunca en lo chabacano ni en el casticismo propio de las clases populares  que había usado en sus sainetes don Ramón de la Cruz. Moratín pone su teatro al alcance de la clase media e inicia en España, como otros escritores de su época (Cadalso, Jovellanos) un tipo de prosa que precede, con pocas variaciones, a la actual. Se trata de una prosa moderna, muy diferente, por su transparencia y sencillez, a las complicaciones de la anterior, la barroca.
   Don Leandro pone a hablar a sus criaturas de un modo coloquial, nunca vulgar, en el que no faltan eufemismos, reiteraciones (con que, ello:..), faltas de concordancia gramatical o sintáctica (anacolutos), frases entrecortadas, interrumpidas, suspendidas… La prolijidad y la exageración provocan abundantes exclamaciones e interrogaciones en doña Irene, como las provocan el amor en don Carlos o en doña Paquita y las dudas o argumentaciones en don Diego, el personaje más culto. El registro que usan los criados es diferente del de sus señores, el de los jóvenes distinto del de los mayores. Este derroche de naturalidad causó sorpresa en su tiempo y provocó incluso las críticas en algunos. Moratín consigue una perfecta adecuación entre los personajes, las palabras y las circunstancias por las que están pasando en cada escena. El lenguaje se ajusta a aquello que representa, nunca constituye un cúmulo de alardes verbales.
   Los personajes están caracterizados por su expresión: en doña Irene, abundancia de frases coloquiales y digresiones, de referencias hiperbólicas o de cambios de conversación para evitar lo que no le interesa; en don Diego, el lenguaje ordenado y razonador, en doña Paquita, sumiso, apasionado o colérico; en don Carlos, culto, reflexivo y, a veces, impetuoso ajustado y vivísimo en Rita, Simón y Calamocha, los encargados de provocar la hilaridad, además de doña Irene.
   Debe notarse la presencia de los monólogos, preferiblemente situados al comienzo de escenas o actos. Hay grandes diferencias entre los diálogos, cortos o largos, espontáneos o dinámicos y reflexivos, reposados y razonadores (argumentativos), a veces extensos en boca de un interlocutor y muy breves en el otro. Todo se equilibra impulsando el avance de la acción que, dadas las ataduras neoclásicas, es pausada. Existen casos de narración en analepsis, que rememoran el pasado. No abundan las descripciones del físico de los personajes, y las que hay suelen aparecer en acotación.

c) Luces de bohemia. Hay  que recordar los rasgos del esperpento. En Luces hace Valle una crítica total e implacable de la sociedad de su tiempo. De todas las características que usa para la creación del esperpento la que más llama la atención es el uso de la lengua. Atrás ha quedado en Modernismo, al que todavía recuerdan aquí muchas acotaciones en su vertiente impresionista, con sus transmisiones sensoriales de todo tipo, el gusto por el claroscuro y la difuminación, su cuidadísimo estilo musical. Pero en los diálogos esa lengua exquisita y sonora (a veces, vacía y hueca, propia del Modernismo) se sustituye por otra (expresionista) propia del arrabal madrileño, influenciada por la zarzuela, el género chico, la tragedia grotesca de Arniches y la astracanada de Muñoz Seca, muy de moda en la época. Los madrileñismos (vivales, rubiales, guasíbilis, guindilla, golfantes, naturaca, miau…), los gitanismos (mangue, gachó, pirante, mulé…), lo achulado, las palabras apocopadas ( La Delega, La corres), el habla criptica de la taberna y la delincuencia (colgar la capa, dar el pan de higos…), los vulgarismos (entoavía, apegao, cuála, , sus,..), la imagen hiriente y sorpresiva (Rubén como un cerdo triste), el mal gusto, la obscenidad, las metáforas del dolor (llamar capitalista o banquero al que no tiene nada; palacio a la buhardilla de Max), el gusto por la animalización, la cosificación, la animalización prosopopéyica y no de objetos, habían prendido entre los españoles de la época y desde Alfonso XIII ( muy criticado por ello) hasta el pueblo, pasando por intelectuales como el propio Valle “Hablar en cínico y en golfo”, era, según Baroja algo frecuente y nada escandalizador. Esta es la lengua de los personajes del esperpento, lengua canalla, de los chistes, de la deformación idiomática. Hay un afán por romper con los moldes tradicionales y por ello se llega a lo grotesco. El esperpento de Valle se llena de fantoches, peleles, de trogloditas, pero también de gesticulaciones, de muecas que `permiten comparar a los personajes con títeres y marionetas. A esto se une la gran cantidad de exclamaciones e interrogaciones que avivan el ritmo y agudizan los efectos de la acerada crítica que hiere a la sociedad entera.
   Por otra parte, están en cruel antítesis las expresiones contrarias, el hablar en libro o de un modo altisonante, el intertextualizar-literatura dentro de la literatura, mise en abyme- con otras obras conocidas ( Mal Polonio recibe a un extranjero, de Calderón; Que haya un cadáver más solo importa a la funeraria, versión modificada de un verso del Canto a Teresa de Espronceda; Padre y maestro mágico, salud ( del responso de Rubén Darío a Verlaine; Juventud, divino  tesoro ( Rubén Darío); Señores guardias, yo también chanelo el sermo vulgaris, mezcla de elementos cultos y vulgares. Pero a las citas literarias el esperpento les arrebata su dignidad, porque las convierte en parodia, las llena de desproporción y caricatura. La lengua de los personajes no se atiene al decoro y, excepto en ciertos personajes y situaciones que no están esperpentizadas, lo que reina es la exageración expresiva, el agudo genio rupturista, el horror de un pueblo desnortado puesto en palabras que se unen unas a otras para provocar, tras la catástrofe de la muerte de Max, la catarsis de los aterrados espectadores que ven su mundo y sus vidas reflejadas en el chafarrinón de los espejos de la Calle del Gato.
   El esperpento, que es una visión deformada de la vida miserable de España, aprovecha también el cine mudo como base de la actuación de los actores, cuyos gestos y movimientos, acercamientos y alejamientos o posición en el escenario resultan tan exagerados como los de las películas de Chaplin, y así los vemos alzar los brazos, andar a zancadas o marcar muecas sobrepasándose en la actuación, pues así lo exige el género esperpéntico, crítico, moralizador, trágico.
En Luces todo es chirriante y desproporcionado y así han de mostrarlo los actores con sus gestos y movimientos, con la entonación de sus diálogos, a veces remansados, pero casi siempre rapidísimos, de ritmo frenético, exaltados, sin contención.

d) La fundación. {No hay que olvidar que muchas de las acotaciones de Buero son amplias y con un afán estilístico notable, muy distinto de la funcionalidad de las utilizadas por otros autores del teatro costumbrista neoclásico (Moratín)
Las largas acotaciones marcan con exactitud los detalles imprescindibles para el montaje de la obra de una gran densidad narrativa brillante de la lengua culta y literaria de Buero dos tipos de lenguaje claramente diferenciados: la lengua de las acotaciones y la de los personajes. El  lenguaje de las acotaciones, es sin duda, una muestra brillante de la lengua culta y literaria utilización de adjetivos sinestésicos. El estilo nominal de algunas de las acotaciones aporta al texto una cierta monotonía, pero también una musicalidad propia del lenguaje muy literario. Gusto de Buero por las enumeraciones de dos o tres miembros confieren al texto un ritmo especial lenguaje de los personajes desajuste entre la realidad que contemplamos y el tono irónico de las palabras de los personajes léxico empleado hay palabras de muy diverso origen. Así tenemos popularismos como “aguachirle”, “guedejas”, “piltra”, “somanta” o expresiones coloquiales como “llorando a lágrima viva”, “hecha una pavesa”. También encontramos numerosos recursos estilísticos. Los más habituales son las animalizaciones. Importancia de los símbolos.

PROPÓSITO DE LOS AUTORES        

Propósito moralizador, no en el sentido religioso, sino ejemplarizante, en la comedia, catártico en la tragedia. Reflejan la sociedad en que han vivido sus autores. Moratín pretende, como pedía el neoclasicismo prodesse et delectare (aquí debe explicarse cómo consigue ambos objetivos).
Valle, en su descarnado y espeluznante esperpento expresionista, moraliza mediante la crítica total de los defectos de la nación entera; su amargura por la situación de España es propia de la Generación del 98 y a la vez entronca con la visión de Larra, (romántico, muerto en 1837). Buero siempre se propuso inquietar y curar, de modo que sus obras sacudiesen la posible apatía del público, que, tras la reflexión y la catarsis debería saber qué senda debe seguir para evitar en su vida errores trágicos (explicar cómo llega Buero a conseguir sus fines). Para él aun la más terrible de las tragedias es optimista, porque, enfrentando al espectador con las desgracias de otros seres, lo induce a extraer de lo que ha visto y oído el deseo de comportarse de un modo eficazmente positivo.

INFLUJO DEL TEATRO CLÁSICO GRECOLATINO

El sí de las niñas recibe influencias de la antigüedad clásica, a través del teatro francés (Molière, Marivaux), que, a su vez, se basa en los comediógrafos latinos Plauto y Terencio, quienes escenificaban casos posibles de la vida de su tiempo. Creaban personajes que movían a la risa, a veces, a la risa amarga por la fuerza de la sátira que las obras encerraban. Algo similar ocurre con don Carlos, doña Paquita y don Diego, en El sí de las niñas (hablar aquí de la sentimentalidad de la obra). Las huellas de los comediógrafos griegos  Aristófanes y Menandro son, en general, mucho menores en el teatro europeo. Sin embargo, sí son muy fuertes las de los trágicos, Esquilo, Sófocles y Eurípides. Para responde a esta cuestión, hay que buscar en las obras las hamartías (errores trágicos cometidos por los personajes), metabolés (cambios de suerte a consecuencia de las hamartías), agones (luchas dialécticas, discusiones fuertes entre protagonistas y antagonistas), anagnórisis (reconocimientos de culpa, reconocimientos entre personajes que no se han visto desde hace tiempo), catástrofes (finales funestos) y catarsis (purificación moral del espectador por medio del terror y la piedad). No olvidar nunca la compasión y los sentimientos fraternales que los hechos del escenario provocan en los espectadores: pathos, éleos, simpatheia. Estos rasgos solo son aplicables a la tragedia, no a la comedia.

TÉCNICAS TEATRALES (DRAMÁTICAS O DRAMATÚRGICAS)

Guion:
-Diseño de cada una/ Análisis del tratamiento del espacio, tiempo y acción (presentación-nudo-desenlace) / Atención a la escenografía escenario y cambios; tipo de escenario, decorados, luz, sonido, efectos para provocar tensión, movimientos climáticos y anticlimáticos. Apartes, Monólogos/ Tratamiento de personajes, tipología (protagonistas/antagonistas, redondos/planos, viejos/ jóvenes, activos/ contemplativos) y su función en la obra. Personajes simbólicos. Personajes tipo. Gestos y movimientos. Yuxtaposición expresionista de escenas y cambios de lugar en valle (tan avanzados para su tiempo).



PERSONAJES O RECURSOS SIMBÓLICOS

El sí de las niñas: la oscuridad y la luz, la jaula del tordo (símbolo de la opresión en que vive Paquita).
Luces de bohemia: cargada de simbolismos. Título simbólico, ceguera (desde la literatura griega el ciego  era quien lo veía todo -pasado, presente, futuro-) e incluso lo predecía. El viaje de Max y don Latino se ha relacionado con La Divina Comedia de Dante. Por otra parte, el viaje simbólico de perfeccionamiento moral es famoso desde La Odisea.

La fundación: numerosos elementos simbólicos. La Fundación representa la realidad falseada, deformada y embellecida por la mente enferma de Tomás para evadirse de la verdad. Desde el punto de vista individual son los sueños, las convicciones acomodaticias a las que nos agarramos para rehuir y evadirnos de nuestras responsabilidades. Desde el punto de vista colectivo representa las falsas seguridades con las que la sociedad moderna nos aleja de las partes más negativas de su sistema. Su decoración (el teléfono, los libros de la estantería, la televisión…) se asocia a las conquistas de nuestro modo de vida ligado al bienestar que contrasta cruelmente con la situación de los excluidos de ese mismo modo de vida como son los marginados o los oprimidos. A medida que transcurre el drama descubrimos que la fundación es una cárcel. Se sugiere de forma pesimista que la vida, en el fondo, es una prisión. Ante esta situación, la actitud de huida hacia un mundo mejor es la única alternativa ética que se nos presenta.
El ventanal. Asel insiste en que es el único elemento de la Fundación que existe en realidad. El ventanal simboliza el futuro, ese porvenir mejor que puede alcanzarse a través de la lucha y la insumisión contra las distintas formas de dictadura (individual, social, política) que nos aplastan. Esa creencia esperanzadora en el progreso moral humano consigue que el destino trágico de los personajes de esta obra adquiera un sentido liberador.
 El retrete descubierto representa la dignidad humana pisoteada.
 Los hologramas suponen una reflexión sobre la naturaleza de la realidad. Como en el mito platónico de la caverna, nos hace pensar hasta qué punto lo que perciben nuestros sentidos es real o pura ilusión. El ratón enlaza con el símbolo de Berta al comienzo de la representación.

LAS ACOTACIONES ESCÉNICAS (DIDASCALIAS)

Indicaciones para el montaje de la obra por el director de escena. Libertad en el momento actual y modificaciones que pueden producirse. Acotaciones presentes/acotaciones insertas (la información se deduce a través de los parlamentos de los personajes.
                                        
El sí de las niñas. Son un ejemplo de acotación funcional. No son demasiado abundantes, ni se cuida en ellos el lenguaje de manera especial. Solo Tras las dramatis personae, acotación inicial (Sala de paso con cuatro puertas de huéspedes: Una mesa con banco, sillas, etc...Acción desde las siete de la tarde a las cinco de la mañana). Acotación relativamente breve, si se compara con otras pormenorizadas de la época, en las que el lujo es esencial. Aquí se simplifica con el etc. Decoración subordinada a la intriga, en la que solo aparece lo necesario. Detalle de la duración temporal (Tomás de Iriarte fue el primero en hacerlo).
Acotaciones en los actos. Suelen ser breves y tienen distintos contenidos: situaciones (Simón, sentado en una silla; Se sientan don Diego y doña Irene; las más frecuentes, entrada y salida de personajes:(Sale por la puerta del foro...); indican vestimenta de personajes (salen tres mujeres con mantilla; Rita deja el pañuelo sobre la mesa; indicadoras de acciones y movimientos de personajes:(Se levanta y después hace una graciosa cortesía; saca y sombrero y un bastón y se los da a su amo; forcejea para echar la llave; le da dinero, Saca la jaula del tordo). También hay indicaciones de luminotecnia (se va oscureciendo lentamente el teatro, teatro oscuro, toma una luz). En esta obra la luz tiene un significado simbólico. Puede indicar sentimientos y actitudes de los personajes (Don Carlos se turba; con inquietud, con mucho enojo) que están más dirigidas a los actores y al tono que deben utilizar. Sucede lo mismo cuando indica que los puntos suspensivos de una escena requieren interrupciones más o menos largas del parlamento. También hay indicaciones de música y sonidos (se oye puntear un instrumento; cesa la música.
No hay que olvidar las acotaciones insertas, a través de las que tenemos información proporcionada por los propios personajes, sobre los más diversos aspectos (pasado del mismo, ruidos (Mire usted el estrépito de las caballerías, Poco ha que ha sonado el reloj...)

OTRAS PREGUNTAS

Las formas del arte escénico han variado a lo largo de la historia del arte dramático ¿Cuáles son las formas del arte escénico en los dramas estudiados? ¿Pertenecen a la Escuela Clásica, al Barroco, al Romanticismo, a las Vanguardias? Analice las formas que aparecen en las obras leídas. Fundamente sus afirmaciones con referencias específicas.
La vida es sueño. Drama del teatro Barroco español del siglo XVII (Ruptura de las tres unidades, mezcla de lo trágico y lo cómico, uso del verso (polimetría), personajes-tipo, decoro poético). Representaciones en los corrales de comedias o en la Corte (mayor lujo escenográfico). Temas trascendentes de carácter filosófico (el origen del poder, la libertad frente a la predestinación, perfección técnica, dominio del verso, estilo cultista).
El sí de las niñas.  Comedia del teatro neoclásico, aunque estrenada tardíamente a comienzos del siglo XIX. Intención didáctica, como corresponde al Siglo de las Luces (prodesse et delectare).Sigue las normas clásicas (sigue las tres unidades, economía de medios en la representación y en el número de personajes para no distraer al espectador, hay personajes tipo, aunque solo se mantienen algunos: el galán, la dama, y el triángulo amoroso, los criados carentes de profundidad  psicológica que los aproxima al gracioso del teatro barroco, final feliz, con el triunfo de las luces de la razón). Representación ya preferentemente en salas italianas (aunque en el XVIII todavía funcionaron los corrales de comedias).
Luces de bohemia Publicada como libro en 1924, se corresponde con un teatro de vanguardia, no suficientemente reconocido ni aceptado en su época. Tintes expresionistas que el autor denominó esperpentos (explicar los rasgos del esperpento). Ruptura con la unidad de lugar (quince escenas, espacio itinerante, con un elemento de enlace, el descenso a los infierno de Max, el billete de lotería que persiguen y que da unidad…), casi se ajusta a la unidad de tiempo (veinticuatro horas, según los clásicos, mientras que en la obra la acción comienza en una tarde y acaba forzadamente al día siguiente…, se mantiene la unidad de acción, aunque hay otra acción soterrada, la del anarquista catalán). Multiplicidad de personajes de muy distintos estamentos sociales. Teatro muy crítico con la situación española, deformada como lo está en el esperpento, método que permite comprender mejor lo absurdo de las situaciones. Lenguaje extremadamente original y bello. Dificultades de representación, que requieren un escenario multivalente y renovador, no realista.
La Fundación. Tragedia moderna, de 1974. Realismo simbólico (primer nivel de lectura: presos condenados a muerte en un régimen dictatorial; segundo nivel. Todos los seres humanos vivimos presos de nuestras propias fundaciones). Unidad de lugar (fundación-celda de una cárcel, aunque con la dimensión simbólica), unidad de acción (aunque existe una acción soterrada que es el plan de fuga), final abierto y esperanzado, a pesar de ser una tragedia; de estructura circular, porque todo vuelve a empezar. Se rompe con la unidad de tiempo, porque todo sucede en pocos días. Escenografía renovadora (el espacio se transforma progresivamente a medida que Tomás recobra la cordura), efectos de inmersión, para concienciar al espectador). Importancia del simbolismo,
ESPACIO
LA VIDA ES SUEÑO (DRAMA) XVII
BARROCO (¿1620?)
EL SÍ DE LAS NIÑAS (COMEDIA), XVIII (1806)NEOCLÁSICO
LUCES DE BOHEMIA
TRAGEDIA (ESPERPENTO) XX
1924
LA FUNDACIÓN
TRAGEDIA ACTUAL (1974)
ESPACIO ESCÉNICO
Corral de comedias (descubierto): espacio de oposición (escenario/público, sin telón de boca)
Corral de comedias (ya cubierto): espacio de oposición- Sala italiana
Los “chorizos” y los “polacos”
Sala italiana (espacio de oposición)
Sala italiana. Integración: los espectadores perciben las mismas alucinaciones que Tomás (también están alienados)
ESPACIO ESCENOGRÁFICO
Pocos elementos escenográficos (indicación mediante pocas acotaciones funcionales, expresas e insertas: entradas y salidas de personajes, vestuario, lugar, que el espectador sabría interpretar).

Símbolos: pieles, cadenas, ropa masculina de Rosaura
Detalles limitados por los ilustrados en las acotaciones
(para que el mensaje llegue más nítido)
Símbolos: oscuridad/luz ( al amanecer brilla la luz de la razón)
Detalles numerosísimos (acotaciones literarias muy bellas, peculiaridades) ¿Dudó Valle de la posibilidad de que fuese representada?); dificultades para la puesta en escena
Símbolos: luces y sombras de la bohemia
Transformación progresiva de la visión: desde la alienación (una fundación con comodidades) a la lucidez (una cárcel de condenados a muerte.

-Símbolos: ratón, hologramas, cortina, Berta…
ESPACIO DIEGÉTICO
(ARGUMENTAL)
RUPTURA DE LA UNIDAD DE LUGAR

 Acción en POLONIA
(Predominan los interiores)
ACTOI: torre/palacio
ACTO II: palacio/torre
ACTO III: torre/campo de batalla/palacio

Significado simbólico: torre/palacio,
una lucha entre natura/ars, pasión/razón, violencia/prudencia, naturaleza/arte o estado natural/ educación (comienza con predominio de lo primero y triunfo de lo segundo)
UNIDAD DE LUGAR

-Espacio patente (visible):distribuidor de una posada en ALCALÁ

-Espacios contiguos (habitaciones)

-Oposición entre interior/ exterior(espacio aludido la calle, la serenata)
RUPTURA DE LA UNIDAD DE LUGAR. Acción en MADRID.
Quince escenas localizadas en trece espacios diferentes (se repiten la casa de Max y la taberna de Picalagartos)
-Interiores: casa, cueva de Zaratustra, taberna Picalagartos, ministerio, redacción del periódico, prisión)
-Exteriores: deambular de los personajes (puerta de la Buñolería, puerta de la casa de Max, Jardines, cementerio…)
UNIDAD DE LUGAR: una celda de una prisión
EN UN LUGAR DESCONOCIDO (censura, y afán de extrapolar el tema a otros lugares y darle una dimensión simbólica: limitaciones humanas)

Espacio real interior opresivo: solo perceptible al final tal como es (denuncia de un poder dictatorial)

Espacio simbólico o efectos de inmersión. Los seres humanos, presas de nuestras propias fundaciones para sobrevivir
ESPACIOS ALUDIDOS
(no contiguos )
Moscovia, de donde proceden Astolfo, duque de Moscovia, y Rosaura (que llega de allí al comienzo para restaurar su honor)
Convento (relación con la inadecuada educación religiosa de las jóvenes)
Madrid y Zaragoza(procedencia de los personajes);Toro, Michoacán…( con intención irónica, con doña Irene y su deseo de aparentar)
Londres (acto II, don Gay Peregrino)
París (don Latino y Max, evocación de la bohemia)